Platos y fuentes hechos de una sola pieza y torneados a mano de modo tradicional.
A diferencia de los cuencos de carácter utilitario, las maderas han sido seleccionadas única y exclusivamente por la belleza de sus vetas, su naturaleza única y en ocasiones resaltando imperfecciones como nudos o crecimientos irregulares del árbol y plasmados en el desarrollo de sus anillos. Es por ello que sus dimensiones y formas son de lo más variopinto, pero siempre cargadas de belleza y atractivo.
En su acabado, le aplico varias manos de tapaporos que evitan que la madera absorba suciedad y le confiera un tacto suave y agradable.
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